Cómo hacer un campamento en casa con niños

Llevamos varias semanas en casa y muchos ya no sabemos qué hacer. Una gran parte del tiempo se ha ido en consumir noticias sobre la situación de la pandemia mientras que, por otro lado, buscamos hacer más llevadera la situación.

En esta entrada quiero recomendarles un ejercicio familiar que a mí me funcionó de maravilla con mis sobrinos. Realizar un campamento en casa les permitirá desconectarse del mundo exterior y de todo lo que nos está generando estrés, para divertirnos como niños durante una noche.

Para esta actividad se requieren materiales sencillos de conseguir:

• Sabanas y Cobijas
• Almohadas o cojines
• Sillones
• Cuerdas o lazos
• Botanas (jícamas con chile, papas fritas, cacahuates, malvaviscos, lo que a ti te guste)
• Reproductor de música
• Mucha imaginación

Antes de empezar

La instrucción previa a comenzar es la desconexión. Todos los miembros de la familia deben de dejar en otra habitación su celular, si es posible apagarlo. En caso de que tengan que estar atentos a la comunicación con algún miembro de la familia que no viva en la misma casa, avísenle sobre la actividad y pidan no ser interrumpidos, a menos que sea una urgencia.

¡Armemos el fuerte!

Te recomiendo que comiences alrededor de las 7:00 de la noche, lo primero que debes hacer en cualquier campamento es armar el lugar donde vas a dormir, aunque tengas tienda de campaña, la idea es usar las sabanas, las cobijas y los sillones para construir un fuerte. Permite que los niños dirijan la actividad.

Expliquen a sus hijos que en este lugar y en esta noche no llegan las malas noticias y que mientras estén aquí no habrá ninguna pelea, solamente diversión y amor. 

La hora de las historias

La segunda actividad se realiza cuando haya anochecido, usualmente en los campamentos se cuentan historias de terror, pero en estos casos no te lo recomiendo porque esto sólo estresaría más a los niños. En lugar de estos temas, puedes hablar sobre cómo se conocieron los adultos, alguna hazaña de juventud o alguna anécdota familiar.

Y en cuanto a los niños pueden contar algo que les haya pasado o incluso platicar sobre alguna serie, caricatura o aventuras con sus amigos. Es muy importante dar el mismo valor a cada una de las intervenciones de los participantes, puedes hacer preguntas o intervenir con algún comentario, por supuesto, sin interrumpir su narración.

¡A jugar se ha dicho!

Como tercera actividad te recomiendo abrir un juego de mesa, el que ustedes gusten, Jenga, Maratón, Basta, Caras y Gestos, cualquiera, el punto aquí es que armes equipos balanceados para que todos participen en igualdad de condiciones y sobre todo entender que la raíz del juego no es la competencia, lo primordial es la diversión.

El momento de reflexión

Al terminar, cuando todos ya están mucho más desinhibidos, siéntense juntos dentro del fuerte haciendo un círculo, cuadrado o triángulo dependiendo del número de personas. Generen un espacio seguro y pregunten a cada uno de los participantes cómo se sienten ante la cuarentena, qué extrañan, qué les gusta y qué les molesta de estar en casa, qué les gustaría mejorar, qué es lo primero que quieren hacer cuando el aislamiento termine.

Las preguntas pueden ser variadas en cada caso, los adultos sabrán cuáles son las adecuadas para los niños. Es importante que los grandes también formemos parte de esta actividad, que mostremos nuestros sentimientos, siempre con la intención de mejorar la situación emocional de todos los que estamos en el campamento y con el firme propósito de hacer entender que lo que estamos viviendo es pasajero.

¡Todos a bailar!

La última actividad de la noche es muy simple ¡todos a bailar! Pongan música que les guste a los niños y a ustedes, que todos tengan su turno para poner canciones y bailen, bailen sin que nadie los juzgue, bailen con las personas que más quieren en el mundo, bailen porque todo esto pasará y bailen porque saliendo de esta situación seremos mejores personas.

Espero les guste esta idea y la pongan en práctica con sus familias, quizá no podemos hacer nada con respecto a lo que pasa en la calle, pero sí podemos lograr que nuestra convivencia dentro, sea mucho mejor. Y por qué no, hacer de este campamento en la sala, una tradición. ¿Ustedes qué actividades han hecho en compañía de sus seres queridos durante estos días?