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Viajar para ver Auroras Boreales en Yukón no es un paseo cualquiera. Es una travesía que exige espíritu aventurero: largas distancias, temperaturas bajo cero, noches sin dormir y una buena dosis de paciencia. Pero si lo planeas bien, cada segundo en esta tierra remota se transforma en magia. Aquí te comparto el itinerario de siete noches que seguí para cazar las famosas luces del norte… y vivir algunas de las experiencias más intensas de mi vida.
Antes de elegir fechas o empacar chamarras térmicas, lo primero es decidir dónde ver Auroras Boreales. Este espectáculo natural aparece en regiones cercanas al Círculo Polar Ártico, especialmente en lo que se conoce como el Óvalo Auroral: un anillo que rodea el Polo Norte.
Entre los destinos más populares están Alaska, Noruega, Islandia, Finlandia y el norte de Canadá. Yo elegí ver Auroras Boreales en Yukón, Canadá, por su belleza natural y porque la conexión desde México es más sencilla de lo que imaginas. Volé desde CDMX a Vancouver, e hice conexión hacia Whitehorse, la capital del territorio.
Te lo digo desde ya: este no fue un simple viaje para tomar fotos bonitas. Fue un recorrido profundo, lleno de emociones, aprendizajes y conexión con la naturaleza. La aventura de ver las luces del norte comienza desde que aterrizas, y no termina aunque el cielo esté nublado. No siempre verás Auroras Boreales, pero cada intento te regala algo nuevo: un paisaje, una charla, una noche bajo las estrellas.
Las Auroras Boreales no se pueden garantizar. Ni la mejor agencia ni el gobierno del país te lo puede prometer. Es un fenómeno natural, caprichoso, que aparece cuando menos lo esperas. Pero créeme: cuando sucede, vale cada segundo de espera.
Aterrizamos pasada la medianoche, pero ni el cansancio nos detuvo: salimos directo a nuestro primer tour de Auroras Boreales en Yukón con Nómada Excursion. Nuestra guía —mexicana, por cierto— nos llevó por la Alaska Highway en busca del tesoro celeste.
Después de varias paradas, ahí estaban: las luces comenzaron a bailar con una intensidad de nivel 3, visibles a simple vista y perfectas para la cámara. Fue el arranque ideal para este viaje soñado.
Costo: $250 USD por persona
Volamos en avioneta hacia Dawson City, un pueblo con vibra histórica y cielos despejados (normalmente). Esta vez, el clima no estuvo de nuestro lado. Aun así, el tour con Klondike Experience fue mágico: la cabaña, el silencio, la expectativa. Estuvimos ahí por 3-4 horas esperando la aparición de las luces, pero no tuvimos suerte. Así es este juego: a veces ganas, a veces contemplas el misterio de la espera.
Desde Dawson volamos hacia lo desconocido en una pequeña avioneta. Dos horas después, aterrizamos cerca del Círculo Polar Ártico, en plena latitud 66º 33’N. Cruzamos la legendaria Dempster Highway, la única carretera pública que se adentra en esta zona del planeta.
Los paisajes eran de otro mundo: picos nevados del Tombstone Park, bosques blancos, un halo solar dibujado perfectamente en el cielo… Aunque no vimos Auroras Boreales aquí, estar en “el fin del mundo” ya fue un regalo en sí mismo.
De vuelta en Whitehorse, volvimos a la caza con Northern Tales. Esta vez, el enfoque fue distinto: una acogedora cabaña, aperitivos calientes, juegos de mesa y una fogata al aire libre mientras esperábamos que el cielo se pintara de verde.
¿Auroras? Sí, aunque tenues. Una categoría 1, apenas perceptible. Pero el ambiente fue tan cálido y relajado, que no importó. A veces, lo que importa es el viaje, no solo el destino.
Costo: $135 USD por persona
Nuestra última parada fue Carcross, a menos de una hora de Whitehorse. Dormimos en Southern Lakes Resort, un sitio entre montañas nevadas, ideal para despedirnos del Yukón con adrenalina. Vivimos actividades únicas, como:
Una de las experiencias más emocionantes del viaje. Nos envolvimos en cobijas y ropa térmica, y salimos a recorrer el bosque nevado en un trineo jalado por perritos felices y entrenados. ¡Una postal viviente!
Costo: $360 USD por persona
¿Sufren los perritos? Para nada. Estos Huskies tienen una biología adaptada al frío y son cuidados con amor y una dieta súper nutritiva.
Conducir una motonieve a través de paisajes invernales fue una explosión de libertad. Cerramos esta parte del tour con un vuelo panorámico sobre lagos congelados con Southern Lakes Flightseeing Tour. Una imagen que quedará grabada en mi mente por siempre.
Costo: $698 USD por 2 personas
¿Aguas termales a -32°C? Sí, y fue tan increíble como suena. A solo 30 minutos de Whitehorse está Eclipse Nordic Hot Springs, un spa al aire libre con diseño japonés enclavado entre árboles nevados. Las piscinas van de los 30° a los 40°C, perfectas para relajarte después de noches frías. ¡Y sí, el pelo mojado se congela!
Costo: $35–$45 USD por persona
Absolutamente sí. Aunque no todo salió como lo planeado, cada noche trajo su propia magia. Ver Auroras Boreales en Yukón fue una experiencia transformadora: intensa, inesperada, profunda.
Si estás pensando en hacer un viaje similar, prepárate para lo desconocido. Sal de tu zona de confort. Caza luces, sí, pero también momentos. Porque a veces, el verdadero espectáculo no está en el cielo… sino en el camino.
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