¡Así se vivió la octava edición del festival de vino Born To Be Wine!
Vino, futbol y música ¿Qué más se puede pedir? Conoce la experiencia del octavo festival de vino Born To Be Wine.
¿Cómo será ir a la playa en la realidad actual? Al leer esta pregunta es probable que surjan más dudas que poco a poco se irán respondiendo y algunas otras que ya podemos vislumbrar desde este momento. En esta entrada te contaré todo lo que me tocó experimentar durante mi primer viaje en tiempos de COVID-19.
Como parte de la serie de especial que estoy elaborando, llamada Los Viajes en tiempos de Covid 19, relato mi experiencia en Cancún, Quintana Roo. En entradas pasadas les conté mi experiencia al viajar en Aeroméxico y ahora toca el turno de conocer una experiencia que forma parte de las favoritas de cualquier viajero, ir a la playa.
Actualmente los municipios y estados están regidos por el semáforo epidemiológico que delimita las actividades que se pueden realizar en el espacio público y privado laboral. Cuenta con cuatro escenarios, marcados por colores: rojo, naranja, amarillo y verde. Cada uno se declara de acuerdo al número de casos activos y disponibilidad hospitalaria en cada demarcación, de manera autónoma y unilateral.
“Esta es una situación inédita, en ocasiones anteriores habíamos enfrentado retos similares con un huracán, donde había que hacer trabajos de reconstrucción y recuperación, pero la demanda ahí estaba y en este momento es al revés, la oferta turística ahí está y lo que está lastimada es la demanda”.
Entrevista con Darío Flota Ocampo, Director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo
Cancún en estos momentos se encuentra con el semáforo en color naranja, lo cual indica que las actividades turísticas como hoteles, restaurantes y algunos otros servicios pueden funcionar al 30% de su capacidad (en Quintana Roo el turismo es considerado actividad esencial), pero ¿qué pasa con las playas? Las playas públicas se encuentra cerradas, ya que de acuerdo a su definición es considerada como un espacio público y de esparcimiento que están consideradas hasta el color amarillo del semáforo.
“A partir de que el semáforo pase a amarillo las playas públicas se abrirán y el aforo de las empresas turísticas se podrán aumentar al 60%”
Entrevista con Frank López, Director de Turismo de Cancún
Cabe mencionar que el 28 de junio el gobierno de Quintana Roo anunció que en la zonas sur y norte del estado permanecerán en color naranja por lo menos hasta e 5 de julio.
Por otro lado, las playas privadas de los hoteles sí están abiertas para sus húespedes. En un principio básico, esto se interpreta como que solamente puedes ingresar al mar y a la arena si pagas, lo que ha provocado la molestia de los locales. Algunos hoteles han encontrado un vacío en este tema y han comenzado a ofertar pases por día para que la gente haga uso de sus instalaciones (incluyendo la playa).
Durante mi viaje a Cancún tuve la oportunidad de vivir ambas experiencias, por un lado fui a tres de sus 12 playas públicas: Delfines, Marlin y Caracol, en los tres lugares me encontré con la misma situación, antes de entrar a la playa, las con cintas que restringen el paso están prácticamente rotas o colgadas.
En todas las oportunidades que fui para ver como se desarrollaba todo, solamente encontré policías en dos ocasiones, una vez en playa Marlin y otra en Delfines, de manera muy amable te comentaban que no había paso para la situación actual e incluso era flexibles porque me permitieron ingresar a las letras de Cancún para tomarme una foto, preguntándome antes si era local o turista.
El resto de los días, regresé en diferentes horarios y en repetidas ocasiones encontré grupos de personas disfrutando de la arena y el mar, se podría decir que, sin preocupaciones, mientras la policía regresa y los retira.
Pero esto me hizo pensar ¿qué pasaría si ya las abrieran? Realmente se podrá controlar el número de visitantes y se logrará mantener la distancia social.
La experiencia dentro del hotel The Grand at Moon Palace es diferente, el acceso a la playa está permitido porque forma parte del servicio turístico que ofrece, pero al contrario de esta oportunidad que tienen los hoteles, existen otros trabajadores que dependen de la afluencia de turistas en las playas públicas y por lo tanto, llevan meses sin trabajar, situación de las más complicadas de la pandemia.
Ciertamente, en las playas de los hoteles hay un mayor control de acceso, el mismo personal del hotel procura que los camastros están separados con una distancia de 1.5 metros y vigila el cumplimiento de las medidas. Al ver la organización con la que cuentan parece posible que en un espacio de este tipo se logre convivir cumpliendo todas las medidas sanitarias para garantizar nuestra salud.
Medidas COVID para playas:
Una realidad es que al igual que Cancún y todas las ciudades donde el turismo es una de las principales fuentes de trabajo, tienen el reto de impulsar la llegada de visitantes y a la vez mantener un bajo número de contagios por Covid-19. ¿Qué piensas sobre las medidas en las playas? Compártanme su opinión en los comentarios.