¿Qué hago con los boletos de avión si ya no podré viajar?
Entre las dudas que más me compartieron los mijitos viajeros cuando inició la contingencia por COVID-19 fue ¿qué...
Una de las dudas más recurrentes respecto al regreso a la nueva normalidad es cómo serán los viajes mientras no exista una vacuna o tratamiento para el COVID-19. Parte de mi labor como periodista especializada en viajes es presentarles las condiciones antes de que decidan viajar y en esta ocasión les platicaré cómo es volar por Aeroméxico en un traslado nacional.
Decidí documentar la nueva normalidad en los viajes durante la primera fase después de la cuarentena, ya que de acuerdo a la encuesta que realicé en las redes sociales, 50% de los encuestados afirmó que planea viajar antes de que finalice el 2020, mientras que el tipo de transporte que eligió el 52% para su primer viaje fue el avión, superando al automóvil y al autobús.
Mi destino fue Cancún y a continuación les comparto mi experiencia:
El 11 de junio de 2020 a las 5:40 de la mañana salí hacia el aeropuerto de la Ciudad de México, confieso que como viajera aún me sentía insegura, ya que en México aún nos encontramos en un punto álgido de contagios, sin embargo, me sentía preparada para documentar las nuevas condiciones de viaje.
Reitero que la intención de este viaje no es para motivarlos, sino informarlos, así que, con eso en mente, llegué al aeropuerto, descendí del taxi que me llevaba y observé que alrededor, había un gran número de personas, considerando que eran las 6:00 de la mañana y aún estamos dentro de la contingencia sanitaria.
Lo primero que encontré fueron las máquinas de Aeroméxico (parecidas a un cajero automático) en las que puedes realizar tu check-in de viaje para minimizar al máximo el contacto con el personal; aunque cabe destacar que la mayoría de las aerolíneas piden hacerlo previo a la llegada al aeropuerto y de manera web.
Mi primera observación es que justo en estas máquinas se hubieran podido implementar medidas como el distanciamiento, separando una de otra unos metros más o inclusive colocar una botella de gel antibacterial para antes y después de manipularla, nada de esto hubo.
El segundo contacto fue en la fila hacia los mostradores de atención, en los cuales, tampoco se implementaron las medidas de salud e higiene anunciadas por la misma aerolínea como atender de manera intercalada (uno sí y uno no) y colocar gel antibacterial en cada mostrador.
Las marcas en el suelo para establecer el distanciamiento social tampoco se han colocado, sin embargo, todo el personal sí porta cubrebocas, caretas y guantes, otra de las medidas obligatorias.
Aquí me entregaron impreso el cuestionario de identificación de factores de riesgo en viajeros, una medida obligatoria por parte de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) para todo aquel que tome un vuelo, se recomienda llenarlo en formato digital para evitar el contacto físico. Este formato consta de preguntas para detectar posibles casos de COVID-19.
Al cruzar los arcos de seguridad, los viajeros fuimos los encargados de presentar ante el escáner nuestro pase de abordar, el personal del aeropuerto nunca tocó mis documentos ni tampoco mi equipaje.
En este punto tampoco se han colocado las marcas en el piso para mantener la sana distancia, lo que provocó que algunas veces se aglomerara la gente, sobre todo al colocar las pertenencias en las charolas de revisión.
Un punto a favor es que esta revisión se realiza de una forma más ágil que como regularmente es y sólo yo toqué mis pertenencias, así que mi recomendación es que viajes con el menor equipaje posible y no portar artículos prohibidos para que el paso por esta zona sea aún más rápido.
Mi sorpresa fue que la mayoría de los comercios permanecen cerrados, excepto por algunos establecimientos de alimentos, por lo que tomen sus precauciones antes de llegar al aeropuerto y procuren comer previamente, ya que por ahora será prácticamente imposible realizar compras.
En la sala de abordar, los asientos están bloqueados de forma intercalada, para mantener la distancia, irónico que aquí se cuide esta medida, mientras que a bordo del avión no se lleve a cabo. En unas líneas más te comparto porqué.
Mientras que el Lineamiento Federal indica que el abordaje tendrá que realizarse en grupos de 10 personas, Aeroméxico no considera este factor y tampoco cuenta con personal de apoyo para invitar a los pasajeros a mantener la distancia social.
Las medidas que sí lleva a cabo son la medición de temperatura previo al abordaje, la colocación de gel antibacterial en la puerta del avión y la utilización de caretas, cubrebocas y guantes de todo el personal a bordo.
El bloqueo del asiento intermedio en los aviones ha sido un tema de análisis por parte de las aerolíneas, sin embargo, ninguna ha considerado su implementación debido a las pérdidas económicas que traería al sector aéreo, dejando a un lado el distanciamiento, una de las principales medidas para evitar el contagio de COVID-19.
Mi duda es ¿por qué restaurantes y hoteles deben modificar su aforo permitido y los aviones no? Para ningún negocio es rentable operar a 50% de su capacidad, pero los únicos que no deberán implementarlo son los aviones.
Mi boleto en Aeroméxico costó $2,800 MXN, Adrián que viajó en una aerolínea de bajo costo, pagó $1,500 MXN por el mismo itinerario (Ciudad de México – Cancún). Esto me deja pensando que, si dos personas que viajarán juntas quieren asegurarse que el asiento intermedio estará vacío, tal vez convenga mucho más comprar los tres asientos en una línea de bajo costo que en dos boletos por Aeroméxico.
Durante este vuelo, mi asiento era justamente el intermedio y en ambos lados, mis compañeros eran personas de la tercera edad, quienes sabemos, son uno de los grupos más vulnerables al COVID-19, por lo que mi recomendación para las aerolíneas es que ubicaran una zona del avión para los adultos mayores y darles mayor protección ante el resto de los pasajeros.
A bordo es obligatorio para todos y sin excepción portar cubrebocas durante todo el vuelo, así como informar de inmediato a los sobrecargos si presentas algún síntoma.
En el caso de los alimentos, se entregaron empaquetados y en porciones individuales, una práctica utilizada desde antes de la pandemia, así como los filtros HEPA, que eliminan el 99% de las bacterias del aire.
Para mi sorpresa, el descenso fue sumamente ordenado, quizá algunas personas no mantuvieron la sana distancia, pero en general, se llevó a cabo de excelente forma. Gran parte de la responsabilidad de cumplir los protocolos depende de los viajeros. Definitivamente es labor de la aerolínea implementar las normas, pero es nuestra obligación cumplirlas.
Después de viajar durante 13 años, he de confesar que es la primera vez que me subo a un avión con miedo e incertidumbre. Para enfrentar la realidad actual, las personas deben poner muchísimo de su parte, ser conscientes, guardar la distancia, cuidarse y cuidar a los demás. La pregunta es si los viajeros están preparados para ello.
Aeroméxico es estandarte de México, conocida por siempre estar a la vanguardia y muchos viajeros la prefieren por sus altos estándares, sin embargo, en la realidad actual, tiene un gran reto por delante y esto es, demostrar si vale lo que cuesta.
Los invito a ver el video Cómo es volar por Aeroméxico de esta Serie especial Post-cuarentena, compártanme sus dudas y principales temores para viajar durante la pandemia.