Un hotel en Santiago que te conecta a la cultura de la ciudad
Una ciudad se recorre mejor a pie. Así que bajo esta premisa elegí un hotel en Santiago con una muy buena ubicación...
La Patagonia es reconocida como ‘El Fin del Mundo’ debido a su posición en el extremo sur del continente americano, por su clima gélido, sus características de escasa flora y fauna, así como temperaturas extremas. Sin embargo, dentro de esta vasta región, hay un rincón menos explorado pero lleno de sorpresas naturales y biodiversidad abundante: la Patagonia Verde.
Esta región del mundo guarda un tesoro de mitos y leyendas que despiertan la imaginación: desde historias de mujeres gigantes hasta relatos sobre espíritus malignos, e incluso la intrigante mención de una isla poblada por alienígenas. Pero más allá de estas fascinantes narrativas, la magia de la Patagonia, mijitos, no se limita a las leyendas; se revela en la grandiosa belleza de sus montañas, en la serena quietud de sus lagos y ríos, y en cada paisaje que simplemente te deja sin palabras. ¡Es toda una experiencia que te hace vibrar!
La Patagonia Verde se encuentra al sur de Chile, formando parte de la impresionante Región de los Lagos. Este territorio es un espectáculo de majestuosas montañas cubiertas de nieve y valles verdes, enmarcado entre la imponente Cordillera de los Andes y el extenso Océano Pacífico. Ahora, déjame compartir contigo una de las experiencias más memorables que he tenido en este lugar de ensueño.
Cómo es y qué hacer en la Patagonia Verde
La Patagonia Verde es un rincón donde las historias se entrelazan en senderos desafiantes, rodeados de la pureza de la naturaleza, parques nacionales y paisajes infinitos. Aquí, encontrarás lagos anidados en valles, ríos de corrientes veloces, senderos que invitan a explorarse y cascadas que desafían la gravedad, ¡wow!
Este es el lugar ideal para el turismo contemplativo y aventurero, donde la calma de sus paisajes se mezcla con la emoción de sus ríos turbulentos. La Patagonia Verde te invita a sumergirte en la grandeza y el poder de la naturaleza; es, sin duda, un viaje que transforma a cualquier viajero.
A continuación, les compartiré algunas de las actividades que experimenté en este destino, desde las más apacibles y serenas hasta las más desafiantes que preferí dejar en manos de los más intrépidos. ¡Vamos a explorar juntos!
Caminata y rafting en Hornopirén
¡La aventura en Hornopirén fue pura emoción y asombro! Nos lanzamos a una caminata de unos 12 kilómetros, respirando la calma y la paz de este lugar único. Partimos desde el Valle Cholila hasta adentrarnos en el Parque Nacional Hornopirén, cuyo nombre evoca la majestuosidad de un horno de nieve.
Este rincón es parte de la Reserva Mundial de la Biósfera de los Bosques Templados Lluviosos de los Andes Australes, ¡una joya de la naturaleza! En nuestra caminata, nos maravillamos con lagos rebosantes de vida y ríos de un verde esmeralda, ¡perfectos para el rafting! Aunque, confieso, yo no me atreví; fue mi esposo, ‘Gestos’, quien se lanzó a la experiencia y la describió como una auténtica montaña rusa de adrenalina.
Continuamos nuestro viaje, serpenteando entre caminos, con el Volcán Hornopirén vigilándonos desde lo alto. Definitivamente, recorrer este escenario es una experiencia que te transforma, te conecta con la naturaleza y te llena el corazón de gozo. Nuestro objetivo era alcanzar la Cascada del Río Blanco, ¡y vaya que valió la pena! Dos cascadas se unen en una poza, creando una caída de agua de unos 35 metros de altura, ¡una auténtica locura de belleza natural!
Vista a Colmenar del Bosque
Nos detuvimos en Colmenar del Bosque, un tesoro a orillas de la Carretera Austral, ¡un camino lleno de sorpresas en el sur de Chile con sus 1,200 kilómetros de extensión! Aquí, apicultores comprometidos trabajan en armonía con la naturaleza, produciendo una amplia gama de delicias a partir de la miel, todo con prácticas sustentables de principio a fin.
Desde mieles batidas hasta propóleos, hidromiel e incluso una línea de cosméticos naturales, este lugar lo tiene todo. Lo que más me fascinó fue la pasión que las familias locales tienen por sus abejas. En sus palabras, se percibe un amor genuino por estos seres alados: «Cuidamos a nuestras reinas con esmero, sabiendo que cuanto mejor las tratemos, mejor será la calidad de nuestros productos». Fue inspirador ver tanto compromiso con la naturaleza y tanto amor por lo que hacen.
Subir a los columpios de la Patagonia Verde
¡Subir a los columpios siempre me ha encantado, es una actividad que me transporta a la infancia y despierta pura emoción! Sentir la fuerza de la gravedad luchando contra tus intentos por elevarse, ¡es una experiencia única! Pero, ¿qué tal si te digo que estos columpios se encuentran en un desfiladero con vista al majestuoso Río Puelo? ¡La emoción se eleva a un nivel supremo!
Esta aventura la vivimos en Puelo, un encantador pueblo de la Patagonía Verde, guiados por Turismo Costa Norte. Nuestro paseo por este paraíso nos permitió contemplar la grandeza de la región desde una perspectiva totalmente nueva. El verdor exuberante, los lagos cristalinos, el imponente Río Puelo y los paisajes de montaña que quitan el aliento, ¡todo esto es una experiencia que no te puedes perder! Totalmente recomendado para aquellos que buscan una dosis de aventura y naturaleza.
Navegar el Río Puelo
Después de contemplar el impresionante paisaje desde los columpios, decidimos aventurarnos en un recorrido de aproximadamente 14 kilómetros por este majestuoso río. Al final del trayecto, nos encontramos con la deslumbrante cascada Rinconada del León, ¡una maravilla de 40 metros de altura que supera incluso a la que vimos en Hornopirén! A veces, las palabras no son suficientes para describir tanta belleza, así que te invito a ver este video y disfrutar de los paisajes que logramos capturar.
Continuamos nuestro camino hasta llegar al Pozón de las Bestias, una sección del Río Puelo donde puedes disfrutar de recorridos guiados con el equipo de Rincón Escondido, una empresa familiar que conoce este lugar tan bien como la palma de su mano. El recorrido dura dos horas y media aproximadamente y vale 96 USD. Además, ofrecen actividades como kayak, paseos en bicicleta, campamentos y pesca recreativa.
Sumergirte en las Termas del Sol
Situadas en Puelo, estas termas son una opción excelente para revitalizarte y relajarte mientras te deleitas con un paisaje que te dejará sin aliento. Conformadas por 10 piscinas de aguas termales, provenientes del Volcán Yates y desembocando en un pozo de 120 metros de profundidad que alimenta estas piscinas, ¡es un verdadero oasis de bienestar!
Lo peculiar de las Termas del Sol es que cada alberca tiene una temperatura diferente, desde la más relajante a 37 grados hasta la más extrema que alcanza los 45 grados centígrados. A pesar del frío exterior, una vez que te sumerges en estas aguas, todo se desvanece y te envuelve la majestuosidad del paisaje. Visitar este lugar fue, sin duda, un regalo de la vida que atesoraré para siempre en mi corazón.
Tip extra: Si hay una ciudad en la que me hubiera encantado quedarme más tiempo, ¡esa es Cochamó! Sus paisajes son simplemente espectaculares, con montañas nevadas y aguas de un verde esmeralda que te roban el aliento. Si planeas visitar la Patagonia Verde, te recomiendo incluir en tu itinerario un tour con Cochamó Travel, ¡no te arrepentirás!
Dónde hospedarse en la Patagonia Verde
Durante mi viaje por la Patagonia Verde, opté por dos opciones de hospedaje que resultaron ser perfectas. En Hornopirén, elegí Turismo & Cabañas Ihuan, una encantadora alternativa de estilo sencillo y rústico. Sus cabañas de madera cuentan con todas las comodidades y se encuentran en un entorno tranquilo, ideal para descansar, después de tanto caminar.
Luego, en Puelo, nos alojamos en Andes Lodge, una hermosa casa de madera situada junto al Río Puelo. Este acogedor lugar es administrado por una familia local que nos deleitó con deliciosos desayunos y cenas caseras. Con cómodas habitaciones, áreas comunes con chimenea y una hospitalidad inigualable, ¡nos sentimos como en casa desde el primer momento!
Cómo llegar a la Patagonia Verde
Para comenzar mi viaje, partí de la Ciudad de México hacia Santiago, la capital de Chile. Desde ahí, tomé otro vuelo hasta Puerto Montt, punto de partida para adentrarme en la maravillosa Patagonia Verde. Mi itinerario de cinco días me llevó desde Caleta La Arena hasta el pueblo de Cochamó, pasando por lugares imprescindibles como Hornopirén, recorriendo la emblemática Carretera Austral y explorando los rincones más bellos de Puelo.
Recorrer esta región remota y majestuosa es todo un desafío, especialmente si buscas una experiencia sin contratiempos. Por eso, te recomiendo que consideres la opción de contar con la ayuda de expertos como Green Patagonia Travel. Ellos se encargarán de organizar cada detalle de tu aventura, desde los traslados hasta los alojamientos y las actividades, para que tú solo te preocupes de disfrutar al máximo.
Viajar al extremo sur de nuestro continente es una experiencia que te sumerge en una montaña rusa de emociones, donde la adrenalina y la paz se entrelazan en cada momento. No pierdas la oportunidad de conocer Chile, sus hermosos atractivos y tesoros escondidos, como la Patagonia Verde. Cuéntame ¿te gustaría vivir esta aventura?
Si quieres aprovechar el viaje a Chile, recorre la Cordillera de los Andes en esquí, no te arrepentirás.