La primera parada fue en los Tacos de Canasta Pepe´s. Este pequeño local abierto desde 1935 está a un costado del famoso Templo Mayor. Para aquellos que no lo sepan, los taquitos de canasta se preparan con una pequeña tortillas de maíz y se calientan con el vapor de una olla. Su característica principal es que son aceitosos, y como diríamos en México: están sudados.

Hay tacos de papa, frijol, cochinita pibil, adobo y chicharrón. ¿Mis preferidos?, sin duda los de adobo y chicharrón. Por ser muy delgaditos me como hasta siete, por supuesto, con harta salsa verde que aunque para mí no está picosa, es una prueba de fuego para los extranjeros.

Esta explanada de ruinas es imponente, no importa el ángulo desde el que la admires. Este lugar fue el centro de la vida religiosa, política, económica y social de los aztecas del México-Tenochtitlan. De aquí parte la historia y el legado cultural de los mexicanos. A lo largo del recorrido verás los adoratorios dedicados a divinidades como Huitzilopochtli, dios solar de la guerra y patrón de los mexicas, y a Tláloc, dios de la lluvia y la fertilidad.

Dentro de este recinto está el Museo del Templo Mayor, un proyecto museístico en el que se concentran todos los hallazgos de la zona arqueológica del templo. Dentro de las reliquias destaca el impresionante relieve policromado que representa a la diosa de la Tierra, Tlaltecuhtli, la mayor pieza escultórica mexica que se ha encontrado.

Me encanta la inmensidad de la Catedral y sobre todo la belleza de su interior. Este enorme recinto histórico construido con cantera gris, tiene cinco naves y 16 capillas laterales. Está dedicada a la Asunción de la Virgen María. Su interior es un auténtico museo de arte religioso del que destacan pinturas, retablos y muebles tallados en madera fina.

La calle de Regina es una de las más representativas y divertidas del centro. En este paraje hay hoteles boutique, murales, bares y un sinfín de representaciones artísticas. Sobre esta calle peatonal se encuentra Mexicano, un restaurante en el que venden mezcales de estados como Oaxaca, Michoacán y Durango. Dentro de los exóticos sabores destaca el xoconostle, zapote negro y chocolate. Aquí mismo podrás degustar pulques y comida típica como las quesadillas de gusano y el guacamole con chapulines.

Recomiendo muchísimo el mezcal Espadín, con un intenso sabor a maguey y olores profundos a madera.

Este lugar es la perdición de las compras. Aquí es posible adquirir productos artesanales, carnes exóticas y comida típica mexicana. Ubicado en la calle de Ernesto Pugibet No. 21, este sitio impregnado de historia tiene puestos en los que se puede comer cocodrilo, león, venado, avestruz, entre otros. También hay salsas en todas sus variedades, dulces típicos, especias, quesos e insectos.

Para tomarnos una chelita y conocer una gran opción de hospedaje, fuimos al DownTown Beds, un hostal ubicado en el corazón del Centro Histórico y construido dentro de un palacio del siglo XVII. Este sitio forma parte de mis paradas preferidas porque tiene diferentes servicios dentro de los que destaca una terraza, una sala de cine, antojeria mexicana, hamacas, un patio bar y una mesa para jugar “futbolito” o ping pong. Para sus huéspedes ofrecen tours, bicicletas y habitaciones privadas o compartidas que van de los $200 a los $550 pesos.

La Alameda es el parque central y panorámico más importante de México. En este gran paraje con más de 400 años de historia se pueden contemplar dos edificios históricos que destacan por su grandeza: el Palacio de Bellas Artes y el Hemiciclo a Juárez.

Además de admirar estatuas, recintos históricos y grandes árboles, una caminadita por aquí te conduce hasta puestos de antojitos mexicanos como: elotes quemados, esquites preparados, papás y algodones de azúcar.

Este restaurante es la neta. Es un lugar muy defeño que se caracteriza por ser bueno, bonito y barato. La comida que preparan tiene una tendencia italiana casera. Su pan lo hacen de manera artesanal en un pequeño horno que está a la vista de los comensales, al igual que su cocina de la que resaltan los ingredientes de algunos de sus platillos. Recomiendo muchísimo la «chirindonga”, la combinación de una cemita y una pizza; la mejor es la de chistorra. La lasagna de espinacas también es deliciosa; así como la pizza margarita, de berenjena y cuatro quesos.

Fotos (Luchadores): Gonzalo López Peralta

Me encanta enloquecer en las luchas y gritar a todo pulmón todas las groserías que se me ocurran. Para mí es un lugar en el que me desahogo y me divierto muchísimo; digamos que aquí descargo toda mi energía.

Por ser este deporte un referente cultural de México, forma parte del itinerario. En este pequeño estadio en el que el anfitrión es un ring, los extranjeros se emocionan viendo las características máscaras de los luchadores, sus extravagantes atuendos y la cómica manera en como se desarrollan las peleas. Entre tantos gritos y recliflas, los turistas y mexicanos se mimetizan. Amarás tanta euforia cargada de diversión.

 

10:30 pm – Plaza Garibaldi

Todos los mexicanos sabemos que no hay mejor lugar para escuchar unos buenos mariachis que Garibaldi. Aquí tienes muchas opciones, puedes rentar a un grupo para que cante por canción o entrar a uno de los bares o antojerías que rodean la plaza. Cuando yo escojo la segunda voy al Tenampa porque venden comida súper rica, tienen buen ambiente y los mariachis se acercan hasta tu mesa.

Guía Práctica

 

Tacos de Canasta Pepe´s

Templo Mayor

Catedral Metropolitana

Mexicano Bar

Mercado de San Juan Ernesto Pugibet

Hostal Down Town Beds

La Chirindongueria

Arena México

Plaza Garibaldi

Dirección: Caminito S/N, Centro, 06010 Ciudad de México, D.F.