¿Qué son los Pueblos con sabor y por qué debes visitarlos?
Pueblos con sabor es una iniciativa del estado de Hidalgo, que incentiva el turismo y reconoce la riqueza...
Embarcarse en viajes al otro lado del mundo siempre es interesante. La experiencia de descubrir nuevos modos de vida, tradiciones diferentes e idiomas distintos es por demás seductora. Sin embargo, detrás de esta travesía se esconden vuelos largos y maratónicos que pueden hacerse misión imposible.
A continuación, verás algunos consejos que te harán el viaje más sencillo pudiendo sobrellevar largas horas sin inconvenientes.
Ninguna de las dos opciones es la receta del éxito. Por un lado, puedes optar por vuelos directos para viajes que no sean tan extensos ya que de lo contrario estarás mucho tiempo arriba del avión. Esta opción es válida para aquellos asiduos de los aviones, de personalidad paciente y que no tienen problemas para viajar durante mucho tiempo sin detenerse. Volar directo es mejor para viajes que no sean extensos ya que estarás poco tiempo arriba del avión y cuando te quieras dar cuenta ya habrás llegado a tu destino.
La opción de las escalas puede ser válida para viajes largos. Detenerse para hacer un vuelo de conexión puede ser útil para relajarse, estirar las piernas, beber un trago o comer algo ligero antes de retomar con el siguiente vuelo. Además, ahorrarás unos dólares ya que los vuelos con conexión suelen ser más baratos como los que ofrece a volar hacia diferentes destinos como Lima, Barcelona, Nueva York, Acapulco y Los Ángeles.
Siempre es conveniente llegar sin tantas horas de sueño antes del vuelo, ya que así facilitarás la posibilidad de dormir unas cuantas horas arriba del avión. De esta manera, pasarás una buena parte del trayecto durmiendo. No olvides llevar antifaz y auriculares o tapones para los oídos. Algunas aerolíneas los ofrecen a bordo, aunque por las dudas siempre llévalos contigo para que ningún sonido ni ninguna luz te despierten.
Será elemental que descanses de la mejor manera tras el vuelo. Especialmente si tuviste muchas horas de vuelo, por lo que si viajas a México, los hoteles en Mazatlan son los aliados perfectos para dejar atrás el jet lag, la fatiga y el abatimiento.
Evita las frituras, el café, los ácidos grasos y todo tipo de comida que sea demasiado pesada para no poder digerirla con facilidad. Si bien los baños de los aviones son muy cómodos, no será nada agradable que te duela la panza en pleno vuelo. Por este motivo, ingiere alimentos livianos y bebe mucha agua para mantenerte hidratado.
Si ya has dormido en el avión no queda otra alternativa que dejarse sorprender por la pantalla a bordo. Puedes descubrir muchas películas de diverso género, ver televisión en vivo, entretenerte con la pantalla y el dibujo del avión a medida que avanza por la ruta establecida, escuchar música o chatear con otro pasajero que se encuentre en otro asiento.
Si viajas directo y sin escalas, puedes levantarte cada media hora y aprovechar para caminar por el pasillo. También es recomendable que realices movimientos de cuello de tipo circular, al igual que en las muñecas y los tobillos para favorecer la circulación y evitar las contracturas musculares. Otra opción es que mueves el respaldo del asiento a través de sus diferentes topes para no permanecer mucho tiempo sentado de la misma manera. Los asientos de los aviones suelen ser cómodos, pero llega un momento en el que caminar se vuelve un verdadero alivio.