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Cómo visitar el Santuario de las Luciérnagas en Tlaxcala

Ago 6, 2018 8948 7 0

México tiene el privilegio de contar con climas y escenarios perfectos para que muchas especies encuentren en nuestras playas, mares o bosques el lugar ideal para refugiarse y lo mejor es que ¡podemos ser testigos de ello!

En esta entrada les voy a platicar sobre cómo visitar el hermoso Santuario de las Luciérnagas, que ha alcanzado mucha popularidad en los últimos años. Además, se puede complementar con un tour precioso por el estado de Tlaxcala durante un fin de semana, que organizan año con año mis amigos de El Souvenir en colaboración con Viaja Bonito.

Con este tour pueden olvidarse de toda la planeación, ya que es un viaje todo incluido, lo que me encantó, porque me puse en sus manos y ellos lo organizaron absolutamente todo para pasar dos días completos, muy consentidos. ¡Así que déjense llevar!, también se vale.

Lo primero que hice fue reservar el tour a través de la página web (que abajito les dejaré) de El Souvenir donde eliges el fin de semana que te interesa y en caso de ir acompañado, el número de personas.

Recuerden que este tour sólo puede realizarse durante julio y agosto, que son los meses en los que podemos vivir de cerca la magia de este fenómeno de la naturaleza.

Llegó el día y lo único que hice fue llegar a la cita programada. Este tour sale el sábado desde un punto céntrico de la Ciudad de México alrededor de las 8:00 am.

La transportación es en un autobús panorámico de lujo súper cómodo y después de aproximadamente 2 horas de trayecto en el que nos dieron un Box Lunch, llegamos al Centro Histórico de Tlaxcala donde fue nuestra primera parada.

Centro Histórico de Tlaxcala

Disfruto mucho pasear por las calles de Tlaxcala porque es una ciudad con mucho encanto virreinal.

Sus edificaciones coloniales datan del siglo XVI y esta vez recorrimos algunas de ellas, como el Palacio de Gobierno y el Ex Convento Franciscano, unas verdaderas joyas de la arquitectura.

Hacienda Pulquera San Cayetano

La segunda parada fue la antigua Hacienda San Cayetano construida en el siglo XVII. Aquí recorrimos sus instalaciones para imaginarnos la forma de vida de quienes la habitaron a lo largo de los años, así como sus principales actividades económicas, entre ellas la más emblemática. La producción del pulque, una de las bebidas con mayor tradición del estado y de todo el centro del país, así que lo deben probar (aunque sea un traguito).

Campo magueyero de San Cayetano

Para conocer aún mejor el origen del pulque, visitamos el campo pulquero de San Cayetano para que unos expertos productores nos detallaran paso a paso todo el proceso de cultivo de la planta de las maravillas: el maguey, un símbolo muy valioso para todos los mexicanos.

Taller artesanal de pulque

Y como ya éramos expertos en la teoría, ahora venía la práctica, así que nos invitaron a un taller donde hicimos nuestro propio pulque curado de coco, la verdad no quedó tan mal. Pero definitivamente me quedo con el que los productores locales nos ofrecieron ¡están muy rifados!

¿Dónde comimos?

Después del recorrido pulquero ya era hora de comer, así que nos invitaron de nueva cuenta al Rancho de San Cayetano a probar deliciosa comida típica en tres tiempos. ¡Una verdadera delicia!

Santuario de las Luciérnagas

Ahora sí, había llegado el momento que tanto esperábamos y el protagonista de este tour, el hermoso santuario donde seríamos testigos de una maravilla que, en serio, los dejará mudos.

Llegamos en la tarde, previo a que anocheciera para adentrarnos a las profundidades del bosque de Nanacamilpa, en el que cada verano miles de frágiles luciérnagas se refugian en este sitio húmedo y con perfume a pino.

Conforme avanzamos y caía la noche, aparecían de a poco pequeñas luces que destellaban y cada vez eran más y más, al inicio sólo parecen pequeñas chispas de luz que poco a poco eran más intensas y prolongadas.

Siempre fuimos acompañados por un guía, que además de las hermosas leyendas de estas bellas hadas nocturnas que iluminan el bosque, nos explicaba el porqué del fenómeno.

En la época de verano, la lluvia se manifiesta casi a diario, gracias a ello, se da este fenómeno del mundo animal tan delicado del que podemos ser testigos, al que se le conoce como bioluminiscencia.

Esto sucede en la parte baja del abdomen de la luciérnaga, que mide alrededor de 2 centímetros. Cuando la cantidad de carbón e hidrógeno entran en un proceso de oxidación, esto le permite generar una luz especial como si fuera una lámpara flourescente.

La hembra atrae la atención del macho con destellos de luz tenue de forma prolongada y con cierto ritmo mientras lo espera en las hojas secas. Así, el macho capta su atención con una luz más intensa

y cuando se da la sincronía de luces, ¡surge la magia, encontraron a su pareja ideal!

La importancia de este ritual es enorme, ya que estos pequeños insectos sólo tienen 21 días de vida y es la única oportunidad para darle paso a nuevas generaciones, que una vez nacidas, viven un año entero como larvas.

Mi recomendación es que se dejen llevar por los guías, al caminar en completa oscuridad lo ideal es confiar en las instrucciones de los anfitriones y caminar por los senderos que les indiquen.

Yo sé que está de más decirles a mis mijitos viajeros que si queremos seguir disfrutando de este fenómeno, tenemos que cumplir con todos los lineamientos de los guías, como ser cuidadosos de no pisarlas, no podemos llevarlas con nosotros, ni hacer ruido, mucho menos tratar de fotografiarlas o filmarlas, simplemente hay que respetarlas.

Es una gran responsabilidad compartida para seguir sorprendiéndonos durante muchas generaciones y ser testigos de que las hadas del bosque ¡sí existen!

A descansar

Para relajarnos y cargar pilas para el día siguiente, partimos hacia nuestro hotel, Ramada Encore y a la mañana siguiente, después de un sueño reparador y un rico desayuno buffet, tomamos rumbo a nuestro siguiente destino.

Cacaxtla

Esta zona arqueológica, localizada a 30 minutos del hotel, se caracteriza por ser de las pocas con los murales mejor conservados desde su esplendor en el año 400, cuando los olmeca-xicallancas habitaron la región. Cerca de seis murales plasmados en el gran basamento aún se pueden apreciar con los colores originales, entre los que predomina el rojo y el azul. Aquí también disfrutamos de una hermosa vista hacia los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, perfecta para tomar unas buenas fotos.

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A post shared by Abril Vazquez (@abrilvazquez) on Jun 7, 2018 at 9:26am PDT

Huamantla

Nuestra última parada fue el centro de Huamantla, a una hora de Cacaxtla, esta ciudad es perfecta para hacer compras, recorrer sus principales calles y comer platillos típicos. Nosotros además ingresamos al Museo Nacional del Títere, único en su tipo en todo México y cuya colección exhibe cerca de 450 títeres y 180 más en acervo.

Otro pretexto para regresar a Huamantla es su fiesta de tapetes, que se celebra la madrugada del 15 de agosto y es conocida como la Noche que nadie duerme, porque es la fecha en la que se realiza la procesión por los 7 km de tapetes de flores y aserrín hasta la Basílica de la Virgen de la Caridad.