¿Qué hotel recomiendo en Puebla?
Hotel en Puebla “Por la alberca de su terraza, sus habitaciones y la tarifa”, esa es mi respuesta cuando me...
Si todavía no tienes plan para celebrar a tu mamá, a tu esposa o a tu suegra, te preparé tres planes emergentes cerca de la Ciudad de México para festejarlas.
Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras y, sobre todo, son memorias que se guardan con más cariño, así que te recomiendo que dejes atrás los regalos costosos y optes por salir con tu familia a uno de estos destinos.
Rumbo a Puebla, se ubica uno de mis volcanes favoritos, el Iztaccíhuatl o “La Mujer Dormida” y, a sus pies, sobre la carretera México-Cuautla pueden iniciar la mañana con un rico desayuno en alguno de los restaurantes a pie del camino, que ofrecen en su mayoría platillos típicos como barbacoa, pancita, mixiotes y quesadillas.
Con las pilas bien cargadas, a una hora de la Ciudad de México, se ubica Tlalmanalco. La primera actividad que les recomiendo es un recorrido por el Convento de San Luis, cuyo origen se remonta a 1533, aquí podrán admirar antiguos altares de estilo barroco, murales y al exterior un jardín y grandes arcos dignos de las mejores fotografías.
Otro de los imperdibles de Tlalmanalco es el Parque Ecoturístico San Juan Atzacualoya, un bosque con actividades para todas las edades, entre lo más sobresaliente están los puentes colgantes, tirolesas, juegos infantiles y palapas para hacer un rico picnic.
Muy cerca de este lugar, está el Parque Ecoturístico Dos Aguas, aquí además de ver su imponente cascada, ofrecen servicios de rapel, vía ferrata, mini granja, canchas de basquetbol y volibol, así como restaurante y cabañas para hospedarse.
El estado de Morelos es uno de los más cálidos, no sólo por su clima, sino por la gente que habita. Muy cerca de Tepoztlán está Tlayacapan, un pueblo mágico con riqueza prehispánica y colonial.
Entre sus principales atractivos están sus artesanías, como alfarería, cazuelas y ollas de barro, sin dejar atrás sus famosas velas de escamas, muy populares entre los comerciantes del mercado de artesanías.
Si son admiradores de la arquitectura y el arte, no pueden perderse el Ex Convento de San Juan Bautista, patrimonio cultural de la Unesco por sus pinturas y diversas piezas de arte que datan de los años 1500.
Por su tamaño, lo ideal es recorrer Tlayacapan a pie, déjate sorprender por sus 27 capillas, el Centro Cultural La Cerería con una exposición sobre la ciudad, donde aprenderás sobre los Chinelos, así como diversos aspectos de su cultura.
No puedes irte sin degustar la timbiriche, una fruta típica muy jugosa de sabor ácido y que se ofrece en racimos. Otro de sus tesoros gastronómicos es la panadería tradicional La Jaiba, donde podrás ver el proceso de preparación y horneado.
A una hora y media de la Ciudad de México, hacia Toluca con rumbo a Ixtapan de la Sal, se localiza Malinalco, que es sin duda, la recomendación para los más aventureros, ya que su principal atractivo es la zona arqueológica en la cima del Cerro de los Ídolos, con más de 400 escalones para llegar al punto más alto.
Subir la escalinata vale la pena sólo por la hermosa vista panorámica y el fresco aire que se respira, pero aquí pueden admirar además, espectaculares espacios en donde preparaban a los futuros guerreros águila, así como el gran monolito en el que rendían culto a Huitzilopochtli, dios de la guerra.
Al bajar de la zona arqueológica, seguro ya tendrán hambre; les recomiendo que prueben las truchas del restaurante “Las Truchas”, donde ustedes mismos podrán elegirlas del propio criadero del restaurante.
Más tarde, no dejen de visitar el Convento Agustino de la Transfiguración, los frescos por todos los pasillos y la arquitectura del lugar, los dejará impactados.
Recuerden que un lugar se disfruta mejor, si optamos por lo básico, conocer a la gente del lugar, probar la comida típica, retratar los aspectos de la vida cotidiana y adentrarnos en la cultura. México está lleno de rincones excepcionales, conviértanse en viajeros que nuestra propia cultura.